¿Qué es la ablación?
La ablación o mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que consiste en la alteración, lesión o extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos. Esta práctica se lleva a cabo con objeto de eliminar el placer sexual en las mujeres y asegurar la fidelidad, considerando razones culturales, religiosas o cualquier otro motivo no terapéutico. Generalmente, la mutilación se practica en las niñas que se encuentran entre la lactancia y los 15 años y ocasionalmente en la edad adulta. Generalmente, se realiza a manos de circuncisores tradicionales con ayuda de una navaja, una cuchilla o un cristal. No obstante, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más del 18 por ciento de las mutilaciones son realizadas por especialistas sanitarios. Al 25 por ciento de las niñas mutiladas no se les administra ningún tipo de anestesia.
Tipos
Hay cuatro tipos de mutilaciones genitales femeninas:
- Clitoridectomía: escisión parcial o total del clítoris.
- Excisión: resección de parte o totalidad del clítoris y labios inferiores.
- Infibulación: extirpación del clítoris y de los labios menores y mayores. Tras la extracción se cosen ambos lados de la vulva, dejando únicamente una abertura para la menstruación y la orina.
- Otros: perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.
Causas
La ablación se realiza por diversas razones que consisten una mezcla de factores culturales, religiosos y sociales según alega la OMS:
- Sexuales: con el fin de mitigar la sexualidad femenina y asegurar la fidelidad matrimonial.
- Religiosas: a causa de la creencia errónea de que esta práctica es un precepto religioso.
- Sociológicas: muchas comunidades consideran este acto como un rito de iniciación y preparación para la edad adulta y el matrimonio. Asimismo, es expuesto como una tradición cultural.
- Higiénicas: los países practicantes de la ablación creen que los genitales femeninos son sucios y antiestéticos.
- Sanitarias: algunas sociedades de África y Oriente Medio piensan que la extirpación aumenta la fertilidad y certifica un parto más seguro.
Consecuencias
Tras la extirpación genital pueden surgir consecuencias tanto a corto como a largo plazo; además, puede provocar la muerte en muchas niñas por «colapso hemorrágico o por colapso neurogénico debido al intenso dolor y el traumatismo, así como infecciones agudas y septicemia», como recoge la OMS.
Estos efectos pueden ser:
- A corto plazo:
- Dolor intenso.
- Hemorragias graves.
- Tétanos.
- Sepsis, formación de coágulos de sangre y filtración de vasos sanguíneos que provocan un leve flujo sanguíneo que podría producir un fallo en los órganos.
- Retención de orina.
- Heridas en los genitales y tejidos vecinos.
- A largo plazo:
- Quistes.
- Infecciones en orina y vejiga.
- Esterilidad.
- Complicaciones en el parto.
- Riesgo de muerte del recién nacido, ya que el tejido cicatrizado no contiene elasticidad suficiente para llevar a cabo un parto natural.
- Necesidad de nuevas operaciones quirúrgicas.
- Consecuencias psicológicas tanto personales como con la pareja.
Aspecto social
La mutilación genital femenina es conocida como una violación de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, y se considera una extrema discriminación de la mujer. Viola derechos como el derecho de la integridad física, el derecho a la salud y el derecho a no ser sometido a torturas ni a tratos inhumanos y degradantes. Además, al practicarse en menores, constituye una violación de los derechos del niño. En caso de que el procedimiento produzca la muerte en la menor, se incluye la violación del derecho a la vida.
Estas prácticas son frecuentes en 29 países del África septentrional, Oriente Medio y sureste asiático. Los países donde con más frecuencia se practica está mutilación son: Somalia, Guinea, Djibouti, Egipto, Eritrea, Mali y Sierra Leona en la zona oeste de África; y Benin, Ghana, Burkina Faso, República Unida de Tanzania, Togo, Niger e Irak, en la zona este, según contempla el informe Mutilación/ablación genital femenina: Resumen estadístico y exploración de la dinámica del cambio llevado a cabo por UNICEF. Actualmente, hay unos 140 millones de mujeres y niñas que sufren esta mutilación, 92 millones de ellas se encuentran en el continente africano.
En Costa de Marfil, la ablación fue abolida en 1998. Actualmente, un 38 por ciento de mujeres y niñas siguen sufriendo esta práctica a pesar de ser ilegal, según UNICEF. En países como Kenya y Tanzania, las mutilaciones se han reducido a una tercera parte con respecto a los niveles de hace tres décadas, gracias a una movilización comunitaria y la aprobación y aplicación de normas judiciales. En la República Centroafricana, Irak, Liberia y Nigeria, la práctica se redujo a la mitad.
La ablación se practica por igual entre animistas, musulmanes, cristianos y judíos y, pese a numerosas opiniones de algunas sociedades que lo afirman, no tiene relación alguna con el islam ni base en el Corán, ni en ninguna escritura sagrada.
Otros datos
La reconstrucción del clítoris es una técnica quirúrgica que varía según el tipo de ablación que se realice. La intervención consiste en eliminar el tejido cicatrizado, localizar y exteriorizar la parte que queda de clítoris y colocar el órgano en su posición original. La reconstrucción evita infecciones, desgarros, esterilidad y fístulas en los genitales femeninos, incluso la gran mayoría recupera la sensibilidad de la zona y consigue una vida sexual completamente normal.
«La educación, el conocimiento y la concienciación de toda la sociedad son herramientas fundamentales para la erradicación de estas prácticas tan agresivas y discriminadoras», asegura UNICEF.
Ver también:
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