La física nuclear es una actividad importante porque el estudio del núcleo del átomo está en el corazón de nuestra capacidad para comprender el universo. Proporciona respuestas y amplía nuestro conocimiento tanto de lo infinitamente pequeño como de lo extremadamente grande.
Por ejemplo, hemos aprendido que el núcleo existe como resultado de interacciones relativamente simples entre partículas subatómicas conocidas como quarks y gluones. Y que estas partículas forman un sistema complejo que hace posible que nosotros, nuestro mundo y nuestro universo visible existan.
Pero todavía hay mucho que aprender sobre estas partículas y las fuerzas que las influencian.
Al aprender sobre el núcleo del átomo y las fuerzas que lo gobiernan, los científicos desarrollan conocimientos, técnicas y herramientas de investigación que se pueden usar para desarrollar una variedad de aplicaciones prácticas, a menudo inesperadas.
Estas aplicaciones incluyen dispositivos y tecnologías para diagnóstico y terapia médica, producción y exploración de energía, seguridad y seguridad nacional, y para el análisis de materiales y contaminantes ambientales.
La física nuclear y sus aplicaciones alimentan nuestra vitalidad económica y hacen que el mundo y nuestras vidas sean más seguros y saludables.