Gobierno
Desde la independencia en 1821, Honduras ha sido constitucionalmente un estado democrático, representativo y unitario con el poder dividido entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. La constitución del país fue reescrita 17 veces entre los años 1821 y 1982. Sin embargo, el poder a menudo ha cambiado de manos por medios violentos y antidemocráticos. Aunque el poder legislativo está facultado para promulgar leyes, prácticamente todas las leyes importantes son redactadas por el presidente y otros miembros del poder ejecutivo. En teoría, el Congreso Nacional tiene una gran autoridad para controlar las actividades administrativas del presidente, pero solo durante el período 1925-31, cuando varios ministros del gabinete nombrados por el presidente se vieron obligados a renunciar a través de la censura, dicha autoridad fue efectiva.
El presidente, que es jefe de Estado y de gobierno, es elegido directamente por votación popular para un mandato no renovable de cuatro años. El Congreso Nacional de una sola cámara está compuesto por 128 legisladores elegidos por períodos de cuatro años. Los principales partidos políticos son el Partido Liberal de Honduras y el Partido Nacional. Todos los ciudadanos mayores de 18 años pueden votar.
Para fines de administración local, Honduras se divide en 18 departamentos. Los gobernadores son nombrados por el presidente, uno por cada departamento, para llevar a cabo las decisiones del gobierno central. Los departamentos se dividen en municipios, que se dividen en aldeas. Las zonas rurales se agrupan en caseríos, que son subdivisiones de aldeas. Las localidades pueden elegir un alcalde, un representante legal y un consejo.
Los jueces del Tribunal Supremo son nombrados por el presidente. El Tribunal Supremo ejerce un control centralizado sobre los tribunales inferiores, incluido el nombramiento de los jueces, y tiene jurisdicción original y exclusiva para declarar inconstitucionales los actos del poder legislativo.