Cuando su ser querido recibe un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia, toda su familia tiene mucho que procesar. Además de sobrellevar las emociones que naturalmente siguen a este diagnóstico, las familias deben reunirse con el adulto mayor diagnosticado para hacer planes para sus necesidades actuales y futuras.
Esto puede sentirse abrumador, especialmente cuando está tratando de aceptar el diagnóstico. Sin embargo, es crucial que su familia utilice las primeras etapas de la enfermedad para comprender completamente los deseos y aportes del adulto mayor diagnosticado para seguir adelante.
Solo una cosa a considerar durante su planificación es el tema de las directivas anticipadas, incluido el poder notarial. Es mucho más fácil para todos estar en la misma página con respecto al poder notarial mucho antes de que sea necesario, porque obtener el poder notarial cuando el adulto mayor en cuestión ya está bien metido en el proceso de la enfermedad consume más tiempo y es difícil.
¿Qué es un Poder Notarial?
El poder es un documento legal que permite a alguien actuar en nombre de otra persona con respecto a las decisiones financieras o de atención médica. Hay muchos tipos de poder notarial, cada uno de los cuales tiene un propósito único. Sin embargo, un poder notarial duradero es el más común para los adultos mayores.
¿Quién Puede Tener un Poder Notarial?
Seleccionar quién tiene un poder notarial es una decisión importante. Por ley, la persona seleccionada se llama agente. Esta persona debe ser un adulto de confianza que esté dispuesto y sea capaz de manejar decisiones y responsabilidades médicas y financieras complejas en nombre del adulto mayor diagnosticado.
A veces, las familias optan por dividir las obligaciones de poder notarial para que ninguna persona esté a cargo de cada decisión. En estos casos, dividen los deberes en decisiones de atención médica y decisiones financieras, creando dos poderes, uno para cada categoría.
Delegación del Poder notarial: Demencia en etapa temprana
Idealmente, los adultos mayores deben nombrar su poder notarial y redactar los documentos antes de cualquier crisis médica, incluido un diagnóstico de demencia. Sin embargo, si su ser querido no tiene, pero ya tiene un diagnóstico de demencia, pueden trabajar juntos para nombrar el poder notarial.
Primero, reúnase con un abogado. Es mejor si trabaja con un abogado que tenga una amplia experiencia en temas de derecho para personas mayores. De esta manera, pueden ayudarlo a navegar la situación.
En general, una persona con demencia puede firmar una designación de poder si tiene la capacidad de comprender qué es el documento, qué hace y qué está aprobando. La mayoría de las personas mayores que viven con demencia en etapa temprana pueden hacer esta designación.
Delegación de Poder: Demencia en etapa media a Tardía
Si no hay designación de poder, y el adulto mayor está más avanzado en el proceso de la enfermedad, las cosas pueden complicarse un poco más. Si un adulto mayor no puede entender el documento y el proceso del poder notarial, la familia tendrá que solicitar la ayuda de la corte local.
Un juez puede revisar el caso y otorgar a alguien de la familia (o a una persona designada por la corte) el título de tutor. La tutela le permite a la persona designada por la corte tomar decisiones sobre las finanzas de la persona. Una tutela permite que la persona designada por el tribunal tome decisiones sobre la atención médica de la persona. Esto es engorroso, sin duda, pero es necesario para abogar por su ser querido y sus deseos.