Los niños con conciencia de la impresión pueden comenzar a comprender que el lenguaje escrito está relacionado con el lenguaje oral. Ven que, al igual que el lenguaje hablado, el lenguaje impreso lleva mensajes y es una fuente de diversión e información. Es poco probable que los niños que carecen de conocimiento de la impresión se conviertan en lectores exitosos. De hecho, el desempeño de los niños en las tareas de reconocimiento de la impresión es un indicador muy confiable de sus logros de lectura futuros.
La mayoría de los niños se dan cuenta de la letra impresa mucho antes de entrar en la escuela. Ven impresos a su alrededor, en letreros y vallas publicitarias, en libros alfabéticos y libros de cuentos, y en etiquetas, revistas y periódicos. Ver la impresión y observar las reacciones de los adultos a la impresión ayuda a los niños a reconocer sus diversas formas.
La capacidad de comprender cómo funciona la impresión no surge mágicamente y sin ayuda. Esta comprensión se produce a través de la intervención activa de adultos y otros niños que señalan letras, palabras y otras características de la impresión que rodea a los niños. Es cuando a los niños se les lee regularmente, cuando juegan con letras y se involucran en juegos de palabras, y más tarde, cuando reciben instrucción formal de lectura, que comienzan a entender cómo funciona el sistema de impresión; es decir, se lee la impresión en una página de izquierda a derecha y de arriba a abajo; que las oraciones comienzan con mayúsculas y terminan con puntos, y mucho, mucho más.
A medida que participan en la lectura interactiva con adultos, los niños también aprenden sobre libros: nombres de autores e ilustradores, títulos, tablas de contenido, números de página, etc. También aprenden sobre el manejo de libros cómo pasar páginas, cómo encontrar la parte superior e inferior de una página, cómo identificar la portada y la contraportada de un libro, etc. Como parte de este aprendizaje, comienzan a desarrollar el concepto muy importante de «palabra»: que el significado se transmite a través de palabras; que las palabras impresas están separadas por espacios; y que algunas palabras impresas se ven más largas (porque tienen más letras) que otras palabras.
Los libros con texto predecible y con patrones pueden desempeñar un papel importante para ayudar a los niños a desarrollar y ampliar la conciencia de la impresión. Por lo general, estos libros no son decodificables, es decir, no se basan en las relaciones sonido letra, los patrones de ortografía y las palabras irregulares/de alta frecuencia que se han enseñado, como en los textos decodificables. Más bien, los libros predecibles y con dibujos, como su nombre indica, están compuestos de texto repetitivo o predecible, por ejemplo:
Dos gatos juegan en la hierba.
Dos gatos juegan juntos a la luz del sol.
Dos gatos juegan con una pelota.
Dos gatos juegan con un tren de juguete.
Dos gatos demasiado cansados para jugar.
En la mayoría de los casos, las ilustraciones de estos libros están estrechamente vinculadas al texto, ya que las ilustraciones representan las palabras de contenido que cambian de página a página.
A medida que escuchan y participan en la lectura de los cuentos sencillos que se encuentran en libros predecibles y con dibujos, los niños se familiarizan con el aspecto impreso de una página. Desarrollan habilidades de conocimiento y manejo de libros, y comienzan a tomar conciencia de las características de impresión, como las letras mayúsculas, los signos de puntuación, los límites de las palabras y las diferencias en la longitud de las palabras.
El conocimiento de los conceptos de impresión proporciona el telón de fondo en el que se aprende mejor la lectura y la escritura.