Introducción: El abuso de anfetamina y metanfetamina sigue siendo un problema de salud prevalente, que aumenta la carga para la atención médica. Se ha sugerido que la naltrexona, un antagonista de los receptores de opioides µ, es un tratamiento prometedor para el trastorno por consumo de anfetamina y metanfetamina.
> Objetivo: Revisar la evidencia actual de la eficacia y seguridad de la naltrexona como tratamiento farmacológico para el trastorno por consumo de anfetamina y metanfetamina. El resultado primario se definió como abstinencia o reducción del uso. Los resultados secundarios fueron efectos subjetivos atenuados » positivos «(por ejemplo,» sentirse bien»,» ansia», etc.).) de anfetamina o metanfetamina después del tratamiento con naltrexona, efectos adversos y cambios fisiológicos (por ejemplo, presión arterial, frecuencia cardíaca).
Métodos: Esta revisión sistemática se realizó de acuerdo con la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses). El 2 de abril de 2017 se llevó a cabo una búsqueda sistemática de literatura, que se actualizó el 31 de marzo de 2018. Los registros se recuperaron de bases de datos como PubMed, EMBASE Classic y EMBASE 1980 a través de Ovid, y las bases de datos se buscaron utilizando palabras clave y / o encabezados: (naltrexone AND amfetamine AND dependence) OR (naltrexone AND amfetamine AND craving) OR (vivitrol AND amfetamine) OR (revia AND amfetamine) OR (naltrexone AND amfetamine) OR (naltrexone AND methamfetamine dependence) OR (naltrexone AND methamfetamine AND craving) OR (vivitrol AND methamfetamine) OR (revia AND methamfetamine) OR (naltrexone AND ice) OR (naltrexone AND crystal meth) OR (naltrexone AND methamfetamine). Studies investigating the effects of naltrexone on amfetamine or methamfetamine use were eligible for inclusion. Todos los estudios se clasificaron como de bajo riesgo de sesgo utilizando la herramienta Cochrane para el riesgo de sesgo.
Resultados: Entre 591 estudios identificados, hubo cuatro ensayos controlados aleatorizados. Dos estudios investigaron los efectos de la naltrexona en el trastorno por consumo de anfetamina y dos en el consumo de metanfetamina. En comparación con el placebo, la tasa de abstinencia aumentó significativamente (p < 0,05) con la naltrexona en uno de los dos estudios de anfetamina, mientras que no hubo diferencia estadística en el único estudio que notificó consumo de metanfetamina. En uno de cada dos estudios de anfetamina, la naltrexona atenuó significativamente los niveles de ansia o los efectos subjetivos (por ejemplo, «querer más», «efecto similar») en relación con el placebo (p < 0,05). Además, solo en uno de los dos estudios de metanfetamina, la naltrexona produjo una reducción significativa (p < 0,05) en los niveles de ansia o en los efectos subjetivos atenuados. Los estudios de anfetamina y metanfetamina mostraron una buena tolerabilidad de la naltrexona, con pocos eventos adversos observados.
Conclusiones: En la actualidad, no hay pruebas suficientes que respalden el uso de naltrexona en los trastornos por consumo de anfetamina y metanfetamina. Existe una necesidad imperiosa de realizar estudios de alta calidad para evaluar más a fondo el uso potencial de la naltrexona.