Los tatuajes masculinos y femeninos tienen diferentes nombres en samoano. La palabra para tatuaje masculino es pe’a, que significa zorro volador y se refiere al color carbón oscuro del tatuaje. Cubre el área desde la rodilla hasta la cintura. Cada tatuaje es completamente único, pero los elementos específicos de los diseños se repiten. El orden en el que se aplica el tatuaje es siempre el mismo: la región lumbar (la parte pequeña de la espalda donde se unieron las figuras míticas samoanas Taema y Tilafaiga) siempre se tatua primero y el ombligo siempre es el último. El diseño del ombligo es muy importante y se llama pute. Sin el pute, el tatuaje está inacabado y el usuario tiene una sensación de vergüenza porque no pudo completar la ceremonia.
La palabra para un tatuaje femenino es malu, que significa estar protegido y protegido. La mayoría de los elementos de los diseños son puramente ornamentales y no siguen ningún patrón específico. Sin embargo, el diseño en forma de diamante en la parte posterior de la rodilla, que también se llama malu, siempre está presente. La taupou (doncella del pueblo), que tiene un papel ceremonial importante en la comunidad, siempre está tatuada desde la rodilla hasta la parte superior de la pierna y, a veces, en las manos.
Los tatuajes masculinos y femeninos muestran que estás listo para la vida, para la edad adulta y para servir a tu comunidad.
Una historia de cómo tatau llegó a Samoa
Taema y Tilafaiga eran gemelas siamesas que estaban unidas por la columna vertebral. Cuando los gemelos crecieron, decidieron viajar lejos de Ta’u, la isla de su nacimiento. Mientras nadaban, el mástil de una canoa los golpeó y cortó la unión entre ellos. Después de varias aventuras en otras islas, los gemelos llegaron a Fiji, donde conocieron a dos tatau (tatuadores), Tufou y Filelei, quienes les enseñaron el arte del tatuaje. También les enseñaron una canción (o un hechizo según algunas fuentes) para recitar cuando estaban tatuando a alguien. Cuando los gemelos regresaron a Samoa, Tilafaiga se convirtió en una diosa de la guerra, mientras que Taema se convirtió en tatuadora y maestra del arte que había aprendido en Fiji.