La hidroterapia, o cualquier tratamiento de masaje que utilice agua, es particularmente eficaz durante el embarazo. Esto se debe a que la respuesta fisiológica del cuerpo al agua ayuda a mejorar la circulación, aliviar el dolor de espalda (y pies, rodillas, lo que sea) y aliviar el dolor del trabajo de parto y el parto.
Lo que hace la hidroterapia
Dependiendo de sus síntomas, hay una variedad de maneras de aprovechar el poder del agua. Sumergirse en una bañera caliente es una de ellas. Durante el parto, rociarte la cara con agua fría te ayudará a concentrarte y a mantener la calma. Una compresa fría en el cuello le ayudará a respirar de manera más constante y profunda y a disminuir el agotamiento. Una compresa tibia colocada en la parte baja de la espalda puede ayudar a que los músculos pélvicos se relajen entre contracciones.
Algunas mujeres creen tan profundamente en el poder de la hidroterapia que eligen pasar gran parte de su trabajo de parto sumergido en agua, y algunas incluso dan a luz a sus bebés allí. Una de las razones por las que el agua funciona tan bien es que flotar alivia la presión sobre la columna vertebral, lo que ayuda a que la pelvis se abra. Una vez que estás en la bañera (o en una piscina especial para partos, si tienes suerte) ya no necesitas concentrarte en tu postura, tu cuerpo se descomprime, lo que ayuda a minimizar el dolor de las contracciones. Además, si das a luz bajo el agua, hay menos estrés en el perineo, incluso si se produce lagrimeo.
Lo que debe saber sobre la hidroterapia durante el embarazo
En primer lugar, no hay bañeras de hidromasaje durante el embarazo, ni agua caliente para el caso. Es importante mantener la temperatura corporal en un rango seguro: piense en el agua de la bañera con un calor calmante, no con ampollas.
Y aunque la hidroterapia está bien para casi cualquier mujer embarazada, el parto bajo el agua puede no serlo. Mientras estés saludable y no tengas complicaciones, esta opción no debería ser un problema; habla con tu médico si un parto en el agua te atrae para asegurarte de que no haya objeciones médicas. Si recibe luz verde, investigue cómo y dónde tomar su inmersión de parto.