Energía eólica y aves: Las dos pueden coexistir, pero solo si las turbinas están ubicadas correctamente. Estados Unidos es ahora el principal productor mundial de energía eólica, con decenas de miles de turbinas eólicas en funcionamiento y muchas más planificadas. Como resultado, la mortalidad de las aves por colisiones aumenta cada año, especialmente en áreas donde las turbinas y sus líneas eléctricas y torres asociadas han estado mal ubicadas desde la perspectiva de la conservación de las aves.
La pérdida anual de aves por turbinas eólicas se estimó en 573.000 en 2012. Sin embargo, ahora hay muchas más turbinas en funcionamiento, y se prevén más de 1,4 millones de muertes de aves para 2030 o antes si Estados Unidos cumple con su objetivo de producir el 20 por ciento de la energía eléctrica con el viento. Si esa cifra alcanza el 35 por ciento, como sugieren las nuevas proyecciones del Departamento de Energía, se podrían matar hasta 5 millones de aves al año. Estas estimaciones no incluyen las aves que mueren por colisiones con líneas eléctricas y torres asociadas, que podrían ser de cientos de miles o incluso millones al año.
La energía alternativa es de vital importancia para abordar la contaminación y el cambio climático, pero creemos firmemente que las fuentes de energía renovables no deben aceptarse sin cuestionarse. El objetivo principal de nuestro Programa de Energía Eólica Inteligente para Aves es proteger a las aves nativas de los Estados Unidos de la amenaza en rápido crecimiento de turbinas eólicas mal ubicadas y administradas.
Nuestro trabajo sobre la energía eólica y las aves es un componente importante de nuestros esfuerzos para «eliminar las amenazas» y «conservar los hábitats».»
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