Los Síndromes de Sensibilización Central (SSSS) son un grupo heterogéneo que incluye más de 50 enfermedades. Algunos de ellos son la Fibromialgia, la Fatiga Crónica o la Sensibilidad Química Múltiple, entre otros, y los factores de riesgo son ampliamente desconocidos.
Los CSSS, en parte, comparten un mecanismo patógeno común, aunque cada uno de ellos tiene sus propias características y criterios de definición. Por ejemplo, más allá de las enfermedades más conocidas como la Fibromialgia, hay otros trastornos como la cefalea tensional y el síndrome del intestino irritable en los que hay una sensibilización a ciertos estímulos, en estos casos, a situaciones de estrés o al consumo de ciertos alimentos.
Otras características comunes son la presencia de trastornos psicológicos y la presencia de dolor intenso que, cuando se realiza una prueba radiológica en la zona afectada, no tiene una causa aparente. También es importante determinar si los síntomas del paciente tienen una duración que podría considerarse crónica (más de seis meses) y si afectan significativamente su actividad diaria y su calidad de vida.
En muchas ocasiones, todas estas características llevan a los profesionales de la salud a sospechar que los síntomas se deben a la somatización (un trastorno mental que causa síntomas corporales) o a una adicción a ciertos medicamentos (opioides y analgésicos). La clave para diagnosticar correctamente estas enfermedades es un examen adecuado y una entrevista exhaustiva con el paciente, ya que, por ahora, no hay pruebas analíticas confirmatorias disponibles para la mayoría de los SSC. La interpretación adecuada de la historia clínica previa también es esencial. De esta manera, estos síndromes pueden detectarse y no confundirse con otra cosa.
Mecanismo de sensibilización Central
Las enfermedades de sensibilización central se han agrupado porque comparten mecanismos patológicos. En este caso, la enfermedad se desarrolla a partir de la misma alteración del sistema nervioso, que se conoce como Sensibilización Central (CS). El CS consiste en tener una respuesta cerebral mucho más alta de lo normal a estímulos cotidianos como el ruido, la luz, el contacto físico, la actividad física o los cambios en el entorno inmediato. La sensibilidad es la capacidad de detectar estímulos y reaccionar a ellos, mientras que la sensibilización es el aumento progresivo de la respuesta a un estímulo repetido. Esta sensibilización hace que la persona afectada se sienta mucho más molesta por ciertos estímulos y este trastorno interfiere significativamente con su vida cotidiana.