Muchas personas preguntan: «Si se supone que la fisioterapia me ayuda a sentirme mejor, ¿por qué me duele tanto después de la terapia?»
Muy buena pregunta. Veamos una tensión muscular típica que una persona puede haber tenido durante 3 meses y que ahora está afectando sus actividades diarias. Muchas veces cuando tenemos músculos lesionados, esos músculos se vuelven tensos y débiles. Cuando continuamos realizando las mismas actividades, los músculos circundantes comienzan a sobrecargarse de trabajo y también se tensan. Durante este tiempo, el cuerpo protege el músculo lesionado al evitar que funcione.
Ahora que la persona viene a terapia y se le trabaja el músculo lesionado y comienza a realizar ejercicios específicos para el músculo, eso causa una mayor acumulación de ácido láctico que causa más irritación. Los músculos circundantes también se ven afectados y también desarrollan irritación y dolor. Es por eso que es importante aplicar hielo después de la terapia para disminuir algunos de los síntomas que se producen.
Dicho esto, el terapeuta también debe evaluar la cantidad de irritación que se ha causado y ajustar el nivel de actividades en consecuencia. Esto facilitará un proceso de rehabilitación más cómodo.
Una vez que los músculos comienzan a estirarse y fortalecerse, la cantidad de dolor debe disminuir y las actividades comienzan a volver a la normalidad.
Espero que esto ayude!
Parece que esta es una pregunta popular y necesita un poco más de comprensión.
Veamos 3 productores de dolor comunes en fisioterapia:
1. músculos sobrecargados
La causa más común de aumento del dolor en la terapia se debe a un músculo sobrecargado de trabajo. Un paciente ingresará a la clínica sin quejas de dolor. El paciente hará ejercicio bajo la supervisión del terapeuta y saldrá de la clínica sintiéndose bien. Pero una vez que lleguen a casa, sentirán que están peor ahora que antes. En este caso, trate de aplicar hielo a los músculos irritados y descanse. Póngase en contacto con el terapeuta para notificarle de los problemas que está teniendo. Esto significa que hiciste demasiado demasiado pronto. Pero, al menos ahora usted y su terapeuta saben dónde están sus límites.
2. nervios irritados
La fisioterapia desafiará sus posiciones y estabilidad postural. Hacer esto puede irritar los nervios. Con suerte, usted y su terapeuta han identificado la posición que proporciona el mayor alivio de sus síntomas. Busque esa posición y trate de tomarse un momento para permanecer en esa posición para permitir que la presión disminuya desde el nervio. Por lo general, una buena posición para la irritación de los nervios lumbares sería acostarse boca arriba con almohadas apoyadas debajo de las rodillas. También es una buena idea aplicar hielo en esa área debido a la inflamación que puede estar presente.
3. articulaciones inflamadas
Usted está recibiendo terapia para mejorar su movilidad. Por lo tanto, es importante llevar las articulaciones al límite. Desafortunadamente, esto causará más dolor. Este es otro caso en el que es importante conocer la posición de comodidad para esa articulación. Descansa en esa posición y aplícale hielo. Una posición de comodidad para la articulación suele ser una posición ligeramente doblada (si es posible).
Cuando aplique hielo, asegúrese de no aplicar hielo directamente sobre la piel, ya que puede causar irritación en la piel. Una buena manera de hacer hielo, sería poner hielo en una bolsa de plástico o conseguir una bolsa de guisantes congelados y poner la bolsa en 1-2 fundas de almohada. No se debe aplicar hielo más de 25 minutos a la vez.
Dicho todo esto, no es el objetivo de la terapia ponerte en dolor. El objetivo de la fisioterapia es ayudarlo a alcanzar su meta. Es importante informar todos los síntomas a su terapeuta. Esto le dará a su terapeuta más información y podrá hacer cambios y proporcionarle una rehabilitación más cómoda y exitosa para usted.
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