Oraciones de los Santos
Cuando los apóstoles le pidieron a Nuestro Señor que les enseñara a orar, nos enseñó a todos el Padrenuestro. Al hacerlo, nos reveló que Dios es verdaderamente nuestro Padre, y que nosotros somos Sus hijos. Cristo mismo oró, y nos enseñó que también debemos orar para pedir las cosas que necesitamos.
Todos los santos llevaban una vida de oración, y algunos de ellos, como San Francisco de Asís, tienen oraciones hermosas y famosas que se les atribuyen.
«Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Donde hay odio, déjame sembrar amor.
Donde hay daño, perdón.
Donde hay duda, la fe.
Donde hay desesperación, esperanza.
Donde hay oscuridad, luz.
Donde hay tristeza, alegría.
Oh, Divino Maestro,
haz que yo no busque tanto ser consolado como consolar;
Para ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
porque es en el dar que recibimos.
Es en el perdón que somos perdonados,
Y es en la muerte que nacemos a la Vida Eterna.»
Dios es ciertamente un Padre amoroso, y nunca abandona a sus hijos en su necesidad. Como ejemplo, Santa Margarita María Alacoque promovió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús durante su vida en el siglo XVII. Dios mismo nos dio esta devoción, en parte como un medio para evitar que Francia tuviera que soportar los estragos de la Revolución Francesa. Desafortunadamente, como bien sabemos, el rey francés rechazó el remedio, y no consagró su reino al Sagrado Corazón. Fue su nieto quien sufrió las consecuencias fatales, y las calles de París corrieron con sangre.
Dios es tan generoso que a menudo nos proporciona el remedio antes de que nos demos cuenta de que hay una necesidad. Nunca nos deja desprovistos, pero debemos hacer uso de los tesoros que nos da.
En esta sección, Oraciones de Santos, agregaré las oraciones que se atribuyen a los santos que se mencionan en este sitio web. Empiezo con la devoción revelada por Sor María de San Pedro y promovida más tarde por el Venerable León DuPont y Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, porque las oraciones que trataron de dar a conocer estaban destinadas específicamente a ser un remedio para nosotros en nuestro tiempo.
Santo Rostro de Jesús
Letanía de Nuestra Señora del pronto Socorro
San Oración del Arcángel Miguel
Oración del Padre Pío
Breve de San Antonio
Devoción Nocturna del Sagrado Corazón
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