Si elige utilizar los servicios de un profesional, su ceremonia será dirigida por un celebrante también llamado maestro de ceremonia que se encargará de la escritura y celebración de su ceremonia de boda.
A diferencia del «maire» en Francia, el registrador o el sacerdote, un celebrante de bodas simbólico/humanista no tiene autoridad legal y, por lo tanto, no es nombrado por ningún cuerpo legal. Teóricamente, cualquiera puede convertirse en celebrante de bodas, sin embargo, uno debe ser consciente de la gran responsabilidad de esta misión tan especial.
Al elegir un celebrante de boda, debe esperar que escriba el contenido de su ceremonia de acuerdo con sus gustos y de una manera significativa, respetuosa y adecuada.
Además, cualquier buen celebrante de bodas debe asegurarse de que planea casarse legalmente en Francia o en su país de origen antes de proceder con la ceremonia simbólica. De conformidad con el artículo 433-21 del Código Penal francés, el ministro religioso que celebre regularmente ceremonias de boda sin asegurarse antes de la celebración de una unión legalmente vinculante será castigado con una multa de 7.500 euros y una pena de prisión de 6 meses.
No se aplican tales leyes a los celebrantes de bodas simbólicas hasta la fecha, sin embargo, para cubrir tales restricciones en el futuro, cualquier celebrante profesional debe asegurarse de que las parejas se casen legalmente antes de la ceremonia de boda simbólica. Este enfoque demuestra el profesionalismo del celebrante, así como la intención genuina de las parejas de comprometerse entre sí y tratar su ceremonia simbólica con el debido respeto.
El celebrante de tu boda debe mostrar las habilidades necesarias para establecer una relación de confianza, como paciencia y empatía, y mostrar un interés sincero en conocerte & identificar tus necesidades. El papel del celebrante de bodas es guiarlo a través del viaje hacia la ceremonia de boda de sus sueños.
«Nuestras» novias y novios a menudo nos describen como directores de orquesta, lo que nos parece muy halagador, ya que resume perfectamente el papel que desempeñamos. Nuestros celebrantes de bodas deben mostrar la autoridad y el carisma necesarios para dirigir la ceremonia sin hacerse cargo. Sabemos cuándo estar en el centro de la ceremonia y cuándo nuestra presencia apenas debe notarse para permitir que la pareja exprese sus sentimientos el uno al otro. Somos conscientes de que nuestro papel va mucho más allá de escribir un guion, ya que nuestros clientes esperan que los guiemos, escribamos su historia, transmitamos sus emociones y celebremos su unión con respeto, profesionalismo, confianza y humor.
En conclusión, el papel de un celebrante profesional de bodas es asegurarse de que usted y sus invitados recuerden su ceremonia de boda como un momento mágico, privilegiado, atemporal y único en su vida.