Cuando era niño, no podía comprender la idea de la política. De los países y la democracia. No podía comprender cómo personas al azar, extraños, eran los que hacían las reglas para mi vida. No era capaz de entender por qué había reglas que debían hacerse de todos modos. ¿Por qué la gente diría «este es un país libre», cuando había reglas y órdenes a seguir?
Para agregar un poco de un giro de la trama, les voy a decir la verdad aquí: no crecí para ser anarquista. Y aunque todavía no puedo comprender completamente el mero concepto de política (que estoy seguro de que incluso los políticos mismos no pueden explicar por completo), estoy seguro de que he aprendido desde entonces.
Aprendido y comprendido, pero lo más importante desarrollado una cierta curiosidad cuando se trata de los extraños misteriosos que toman decisiones.
Todavía no soy mayor de edad para votar, pero sé que estar expuesto a la política es bueno para mí. E importante para mí. Sin embargo, he encontrado que esta no es la norma para la gente de mi edad, en cambio, hay muchos de ellos que simplemente «no se preocupan» por la política.
El año pasado uno de mis compañeros de clase se peleó con un profesor por esto. Ella (la maestra) estaba enojada porque él tenía muy poco conocimiento sobre el tema de la política y no estaba muy ansiosa por cambiar eso. Estaba loco porque ella definía su inteligencia por su comprensión de la política. Yo personalmente digo que ambos estaban equivocados, pero ese no es el punto aquí. Porque, de hecho, esta fue la primera vez que me vino esta pregunta: «¿Por qué deberíamos preocuparnos por la política?»Como jóvenes específicamente?
La respuesta es simple: mientras te interese activamente la política, tu vida está en tus manos. Al menos hasta cierto punto.
Por supuesto, podrías darle la espalda a todo lo político, con la esperanza de que alguien más defienda tu opinión. Pero, ¿a dónde nos llevaría eso?
Creo que el momento en que empezamos a darle la espalda a la política, es el momento en que perdemos el poder sobre nuestras vidas. Es el momento en que le damos a la gente en el poder todas las capacidades que necesitan, para tomar nuestras vidas y transformarlas en lo que deseen. El momento en que dejamos de preocuparnos por la política, es el momento en que perdemos el control.
Esto puede sonar muy melodramático para usted, y tal vez lo sea, pero quiero que comprenda el verdadero significado de este tema: Especialmente como jóvenes, necesitamos defender lo que creemos. Necesitamos preocuparnos por la política porque nos preocupa más que a nadie. Tenemos que seguir las elecciones, tenemos que votar lo antes posible y tenemos que dejar claras nuestras opiniones.
Como jóvenes, tenemos el mundo en nuestras manos. Cuando quitamos los ojos de la política, es cuando la dejamos caer.