Como sin duda has notado, tú y tu perro tienen nociones muy diferentes de lo que huele bien. Para tu perro, algo podía oler muy bien. Pero para ti, en una palabra, es asqueroso. Y viceversa.
Algunas teorías
Aquí hay un ejemplo perfecto de algo que huele bien para ti pero no para tu perro: los perfumes utilizados en el champú para perros. Puede que los encuentres agradables, pero a muchos perros no les gusta su olor. Como resultado, tan pronto como su perro recién bañado tenga la oportunidad, encuentra algo que huele más aceptable para él: basura, heces de perro, cadáveres de animales, y comienza a rodar en ella.
¿Alguna vez has pillado a tu perro revolcándose en caca? Lo creas o no, este comportamiento es bastante común y muy natural. Muchos creen que es un comportamiento instintivo, que se remonta a los días en que los antepasados salvajes de su perro enmascaraban su olor para ayudarlos a acercarse sigilosamente a su presa. Por ejemplo, se ha observado a lobos revolcándose en cadáveres de animales o en los excrementos de animales que comen plantas, para cubrir su propio olor durante la caza.
Aquí hay una teoría relacionada que también evoca el pasado predominado de los caninos: los perros salvajes pueden haber rodado en cosas malolientes para «decirle» a sus compañeros de manada dónde han estado y qué han encontrado en sus aventuras. Es su manera de decir: «¡Oye, huele donde he estado!»
¿Qué debe hacer con este comportamiento?
Lo importante que debes recordar es que enrollarte en cosas malolientes es un comportamiento natural y normal para los perros, sin importar cómo te golpeen los resultados (o tu nariz). Por supuesto, eso no significa que tengas que vivir con un perro maloliente. Aunque no debe castigar este comportamiento, hay pasos que puede tomar para desalentarlo.
Si su perro rueda en sus propias heces, limpie inmediatamente después de él en el patio. Cuando salga a pasear a su perro, manténgalo con una correa corta para evitar que se enrolle en la caca de otro perro u otras cosas malolientes que ambos puedan encontrar. Para desalentarlo y, en última instancia, evitar que se arrolle en cosas ofensivamente olorosas, podría intentar emparejar una experiencia desagradable con su acción. Esto puede tomar la forma de rociarlo con una botella de agua o usar un collar de spray de citronela que se puede operar a través de control remoto (los perros odian absolutamente el olor de la citronela). Si usas este método, asegúrate de rociarlo tan pronto como empiece a rodar.
También puedes probar cualquier cosa que tu perro considere molesta, como hacer un ruido fuerte y repentino. La clave aquí es ser consistente y comenzar la «molestia» tan pronto como comience a rodar en algo maloliente. Una vez que comienza a asociar el revolcarse en cosas malolientes con la experiencia desagradable, es probable que este comportamiento se detenga rápidamente. Y puedes respirar mejor.