La acetona ha sido durante mucho tiempo un componente indispensable de nuestros quitaesmaltes de uñas para deshacerse de nuestro esmalte de uñas, y ahora se cuestiona por sus efectos nocivos en nuestra salud. Por lo tanto, hemos combinado nuestras soluciones para reemplazar este disolvente.
Disolventes sin acetona
Si usted es sensible a la acetona, hoy en día hay disolventes que sin este componente y que secan menos la uña. De hecho, el principio mismo de la acetona es disolver las partes grasas; el problema es que nuestras uñas están cubiertas con una película grasa que las protege de las agresiones externas. Por lo tanto, la piel de las uñas es atacada y se seca.
Los disolventes sin acetona se componen de acetato de etilo, un disolvente con muchas menos propiedades desengrasantes. Sin embargo, todavía presentan peligros asociados con la inhalación demasiado larga de sus vapores.
Limón
Limón es un truco natural para deshacerse del esmalte de uñas. Este método tiene la ventaja de ser seguro, bueno para las uñas y económico. El limón también fortalecerá las uñas y las blanqueará. Si uno tiene la piel sensible, es aconsejable diluir el jugo de limón en un poco de agua.
Para usar un limón como disolvente, se exprime un limón jugoso. Luego sumergimos un algodón en jugo de limón y le frotamos las uñas. Se tardará un poco más en quitar el barniz, pero el resultado será el mismo.
Recetas de removedor natural
Si nos gusta hacer nuestros propios cosméticos, podemos comenzar a hacer nuestro propio removedor natural. A continuación, se utilizan aceites vegetales para disolver el barniz. Para ello, mezclamos 10 ml de alcohol orgánico no desnaturalizado, 5 ml de aceite de onagra y aceite de babasú para humectar, 10 gotas de vitamina E natural (un antioxidante natural), 20 gotas de proteína de trigo para nutrir y fortalecer las uñas.
Otra receta natural y eficaz: mezclamos 15 ml de aceite de germen de trigo con 10 ml de aceite vegetal de camelia, 25 ml de alcohol orgánico no desnaturalizado, unas gotas de fitoqueratina, unas gotas de jugo de limón puro. Agitar y verter en un vial ya preparado.
Estos disolventes se aplican como disolventes convencionales.