En la mayoría de los casos la aparición de un nódulo o una o varias bolitas en la axila no es algo de que preocuparse, siendo por lo general un problema fácil de resolver, por esto no es motivo para alarmarse. Algunas de las causas más comunes incluyen la presencia de un forúnculo, inflamación de un folículo piloso o de las glándulas sudoríparas o por la presencia de un ganglio linfático inflamado.
Sin embargo, en algunos casos, también puede indicar alteraciones dermatológicas como una hidrosadenitis supurativa, y sólo en casos más raros puede indicar enfermedades graves como enfermedades inmunológicas, infecciosas o, incluso, cáncer, que sólo se sospecha cuando aparecen nódulos que crecen con el tiempo o que se acompañan de otros síntomas, como fiebre, pérdida de peso y sudor nocturno.
Para identificar la causa del surgimiento de una bolita en la axila, se recomienda acudir a un dermatólogo, médico general o médico de familia, para que haga la evaluación clínica y, si es necesario, la solicitud de exámenes que ayuden a determinar la alteración.
Foliculitis
La foliculitis es la inflamación de los folículos pilosos, que puede ser causada por una infección bacteriana, fúngica o viral de la región, o incluso surgir cuando el vello está encarnado, pudiendo provocar una o varias espinillas pequeñas, que pueden ser dolorosas, rojizas o amarillentas, debido a la presencia de pus, y causar comezón.
Qué hacer: después de que el médico evalúa la región y observa la gravedad de la lesión, podrá indicar medicamentos antiinflamatorios para disminuir la molestia y antibióticos para combatir la infección, que puede ser en forma de pomadas o comprimidos.
Para prevenir la foliculitis se recomienda mantener la piel siempre limpia, seca e hidratada.
Forúnculo
El forúnculo también es provocado por la infección de un folículo piloso, sin embargo, es más profunda y causa inflamación de la región afectada y a su alrededor, provocando un nódulo mayor, más enrojecido y con una gran cantidad de pus.
Qué hacer: es necesario buscar ayuda médica para evaluar la región e indicar si el forúnculo debe ser drenado o no. También puede recetar antibióticos en forma de pomada o comprimidos, además de recomendar la colocación de compresas de agua tibia para acelerar la recuperación.
Durante el tratamiento del forúnculo, y para prevenir nuevas infecciones, se debe lavar con agua y jabón antiséptico a diario y después de que estalle por si solo, además de lavar con agua hirviendo la ropa que estuvo en contacto con la región ya que es contagioso. Vea más sobre los síntomas y tratamiento del forúnculo.
Hidrosadenitis supurativa
La hidrosadenitis supurativa de la axila es la inflamación de las glándulas que producen sudor en esta región, bloqueando la salida de sudor, formando nódulos o bolitas dolorosas que dejan cicatrices en la piel.
Qué hacer: es necesario la evaluación de un dermatólogo, el cual indicará tratamientos para disminuir los síntomas de la región afectada como cremas con antibióticos o la colocación de una inyección de corticoides en la región afectada. En los casos más graves, puede ser necesario realizar una cirugía para remover el área afectada y sustituirla por un injerto de piel.
Mantener la región limpia, evitar el uso de ropas apretadas y colocarse compresas húmedas en la región pueden ayudar en el tratamiento de esta enfermedad. Conozca más sobre el tratamiento de la hidrosadenitis supurativa.
Quiste sebáceo
El quiste sebáceo es un tipo de una bolsa que se forma debajo de la piel, que contiene una sustancia grasa llamada sebo, y puede surgir en cualquier región del cuerpo. Generalmente, no duele excepto cuando está inflamado o infectado que se puede observar de color rojizo, sentir caliente al tacto y causar dolor. Conozca más sobre cómo identificar el quiste sebáceo.
Qué hacer: el tratamiento es indicado por el dermatólogo, y consiste en utilizar antiinflamatorios y colocar compresas de agua tibia. En algunos casos, puede ser necesario realizar una pequeña cirugía para remover el quiste.
Ganglios inflamados
Los ganglios inflamados pueden surgir debido a cualquier inflamación o infección de la región del brazo, tórax o mama. Esto ocurre debido a que el ganglio linfático forma parte del sistema inmune, y puede aumentar de tamaño para producir más células de defensa para atacar cualquier agente infeccioso que puede causarle problemas al organismo.
La mayoría de las veces el surgimiento de un ganglio no es para preocuparse, y pueden surgir por diversas causas como un vello encarnado, foliculitis, por un forúnculo, linfadenitis, pero también pueden indicar que existe una enfermedad sistémica como una enfermedad autoinmune o cáncer, principalmente cuando crecen mucho o se localizan en varias partes del cuerpo.
Las principales causas son:
- Inflamación o infección de los folículos pilosos;
- Infecciones como esporotricosis, brucelosis, enfermedad del arañazo del gato, tuberculosis ganglionar, entre otras;
- Enfermedades autoinmunes como lupus, artritis reumatoide, dermatomiositis o sarcoidosis, por ejemplo;
- Cáncer como cáncer de mama, linfoma o leucemia.
Algunas señales que pueden indicar que el ganglio es de preocuparse son si crece más de 2,5 cm, si tiene consistencia dura, si está adherido a los tejidos profundos y no se mueve, si persiste por más de 30 días, si surge en varios lugares del cuerpo y, por último, si está acompañado de otros síntomas como fiebre, pérdida de peso o sudores nocturnos.
Qué hacer: por lo general, el ganglio inflamado desaparece por si solo al cabo de algunos días o semanas después de que se resuelve la inflamación. La observación del médico podrá evaluar si realmente se trata de un ganglio y si es necesario realizar más exámenes para investigar la causa.
Vea también otras causas de ganglios inflamados.