Los estreptococos son cocos grampositivos no móviles con un potencial patógeno muy variable que se presentan en pares o cadenas. Streptococcus sanguinis, un miembro de la microflora oral indígena humana, ha sido reconocido durante mucho tiempo como un jugador clave en la colonización bacteriana de la boca. S. sanguinis se une directamente a las superficies orales y sirve como una correa para la unión de una variedad de otros microorganismos orales que colonizan la superficie del diente, forman placa dental y contribuyen a la etiología de la caries y la enfermedad periodontal. Además, S. sanguinis ha sido reconocida durante mucho tiempo como una de las principales causas de endocarditis bacteriana, una enfermedad de alta morbilidad que es mortal si no se trata. Además, los estreptococos de S. sanguinis y otros viridans de la boca están emergiendo como patógenos importantes del torrente sanguíneo en infecciones que amenazan a los pacientes neutropénicos (pacientes con un número reducido de neutrófilos en la sangre). Se desconocen las razones que subyacen a esta virulencia previamente no reconocida que ahora provocan los estreptococos viridans. Estas infecciones se ven agravadas por la creciente frecuencia con que se observa resistencia a la penicilina en este grupo de organismos. Algunas de las características más centrales de S. sanguinis incluyen la producción de glucanos a partir de sacarosa, la unión de plaquetas, la unión a proteínas de matriz extracelular (por ejemplo, laminina, fibronectina), la unión a proteínas salivales, la capacidad de agregarse específicamente con otras microfloras orales y la competencia genética (adaptada de www.sanguinis.mic.vcu.edu/background.htm).