La paleta de oro, naranja y rojo que pinta los árboles durante el otoño puede ser algo que esperar todo el año. Es lo que viene después lo que saludas con menos entusiasmo: las hojas caídas.
Manejar un patio lleno de hojas caídas puede parecer una gran tarea. Si bien es posible empacar hojas de patios pequeños y ligeramente boscosos en bolsas, eso podría no ser práctico para una gran parcela de tierra. En lugar de invertir una pequeña fortuna en bolsas de hojas y una tonelada de tiempo en bolsas, podría considerar la quema.
La quema de hojas es una forma rápida y efectiva de eliminar los residuos de árboles de su jardín. Una búsqueda rápida en Internet revelará todas las razones para no quemar hojas, y hay algunas que vale la pena señalar. Sin embargo, quemar hojas es un método seguro cuando se hace correctamente. Con un poco de fondo y un poco de consideración, la quema de hojas puede convertirse en su nuevo método de elección.
Leyes y permisos locales
La primera pregunta a considerar es si se le permite quemar hojas en su área. Hay dos tipos de quemaduras: cerradas y abiertas. La quema cerrada describe los tipos de quemaduras seguras dentro de una casa, que se harían en chimeneas y estufas de pellets de madera. La quema a cielo abierto describe pilas de quemaduras, hogueras y pozos de quemaduras.
Mientras que la mayoría de las áreas permiten la quema cerrada, la quema abierta es otra historia. Algunas áreas, particularmente aquellas con mayor densidad de población o mayor riesgo de incendios forestales, no permitirán ninguna quema a cielo abierto.
Si quieres quemar hojas donde vives, es posible que necesites un permiso. Su municipio local le proporcionará información sobre sus requisitos o le indicará el departamento de permisos adecuado. No te saltes este paso. Los permisos ayudan a las autoridades locales a realizar un seguimiento de las quemaduras que se producen en sus jurisdicciones, para responder a emergencias y con fines de seguridad. Además, ser atrapado sin uno puede ser costoso.
Impactos en la salud y el medio ambiente
No hay duda de que respirar humo es perjudicial para su salud. La exposición a partículas en el aire puede causar irritación de los ojos, la nariz y la garganta, y puede afectar su capacidad respiratoria. La combustión también produce monóxido de carbono (el mismo gas que monitorea el detector de CO de su hogar). Con una exposición excesiva, el monóxido de carbono podría desplazar el oxígeno en la sangre y causar intoxicación por monóxido de carbono.
Más allá de las preocupaciones de salud, hay impactos ambientales y de seguridad en los que pensar. Por un lado, los gases producidos durante la combustión pueden crear un entorno de ozono a nivel del suelo que es inseguro para la vida silvestre y las plantas sensibles. Pero, con mucho, la mayor preocupación sobre la quema a cielo abierto es su potencial para empeorar rápidamente. Un fuego sin control puede crecer fuera de control muy rápidamente, con resultados catastróficos. De hecho, los humanos causan casi el 85% de los incendios forestales, muchos de los cuales comienzan como pilas de hojas ardientes.
Lo que Puedes y no puedes Quemar
Aunque ciertamente puedes quemar hojas de forma segura, es importante entender qué está bien quemar y qué no. Solo debe quemar los desechos de los árboles, incluidas las hojas, las ramitas y las ramas más pequeñas. Estos materiales se queman relativamente rápido y retienen muy poco calor cuando se apagan, lo que los hace seguros para quemarse.
Quemar materiales procesados como paletas, madera de construcción o cartón es imposible. Además, evite las ramas y troncos más gruesos, ya que retienen su calor y pueden causar brotes después de alejarse de una pila extinguida.
También vale la pena evitar cualquier rama que sospeche que haya sido anfitriona de hiedra venenosa. El urushiol ardiente (la savia aceitosa en la hiedra venenosa, el roble y el zumaque) puede causar reacciones alérgicas que afectan la piel, la garganta, las fosas nasales y las vías respiratorias. La inhalación de partículas de urushiol puede inflamar los pulmones y causar complicaciones respiratorias graves.
Herramientas y equipos necesarios
Antes de comenzar a quemar hojas, debe tener el equipo adecuado a mano. Aquí hay una lista de las herramientas y equipos importantes para quemar hojas:
- Guantes de trabajo de cuero. El algodón se quema y el poliéster se derrite, por lo que un par de guantes de cuero resistentes es esencial.
- Rastrillo de metal. Un rastrillo de metal no se derrite ni se dobla tan fácilmente como un rastrillo de plástico, así que ten uno a mano para ayudar a manejar tu pila.
- Manguera de jardín. Necesita mantener una fuente de agua cerca. No solo puede usarlo para apagar cualquier quemadura accidental, sino que también puede crear un perímetro empapando el suelo alrededor del fuego.
- Boquilla de manguera. Tu manguera no puede ayudarte si no está cargada. Una boquilla de manguera de calidad le ayudará a mantenerse preparado.
También podría considerar un respirador y gafas de seguridad. El respirador le ayudará a evitar la inhalación de humo mientras cuida la pila, y las gafas de seguridad evitarán que el hollín y las partículas floten en sus ojos.
Cómo quemar hojas de forma segura
Quemar hojas es más arriesgado que empaquetarlas para reciclarlas, pero hay formas de hacerlo de forma segura. Estos son algunos consejos de seguridad importantes para quemar hojas.
- Elija un lugar seguro para su pila quemada. En términos generales, lo mejor es estar a 50 pies de una estructura. Además, asegúrese de que no haya peligros por encima de la cabeza, como ramas bajas de árboles o cables de servicios públicos con los que lidiar. Si tienes un pozo de combustión o un barril de combustión, es una buena idea usarlo. De lo contrario, lo mejor es un área de tierra que esté libre de vegetación.
- Mantenga su pila quemada pequeña y manejable. Puede parecer ineficiente, pero una pila pequeña es mucho más segura que una pila más grande que puede ser difícil de contener y extinguir.
- Mantenga una distancia segura entre las hojas no quemadas y la pila quemada. También es una buena idea colocar la pila de quemaduras a favor del viento de las hojas no quemadas para evitar que las brasas azotadas por el viento las enciendan. Además, párate para que puedas ver ambas pilas al mismo tiempo sin inhalar humo.
- Solo se quema en días claros con poco o ningún viento. El cielo despejado permitirá que el humo se disipe rápidamente, y el viento bajo ayudará a mantener su fuego contenido.
Alternativas a Quemar hojas
Si quemar hojas no es lo tuyo, considera enfoques alternativos. El compostaje es una opción; agregar hojarasca a su pila de compost le permitirá descomponerse en un suelo rico con el tiempo. Si un patio desordenado no te molesta, crea mantillo de hojas para fertilizar el césped con una cuchilla de mantillo montada en una cortadora de césped y deja que se descomponga en el suelo.
Finalmente, embolsar hojas para el programa de reciclaje de su ciudad es siempre una opción inteligente y ecológica.