A menudo hay momentos en que las parejas encuentran que su vida juntos no es exactamente lo que pensaban que sería, y terminan divorciándose. Si bien puede que no haya un argumento sólido entre ellos, podría deberse a una falta de interés en ayudarse mutuamente a construir una vida. Sus sueños pueden ser muy diferentes, y el choque podría hacer que se den cuenta de que es mejor dividirse antes de que la animosidad arruine su amistad. para aquellos que ven la vida de manera diferente, tomar un descanso del matrimonio podría ser la respuesta que necesitan en ese momento.
Una separación temporal de un cónyuge no siempre conduce al divorcio, por lo que puede ser una buena idea si la pareja no puede resolver sus diferencias. El tiempo lejos del otro podría darles la oportunidad de ver su relación con más claridad, y de repente podrían redescubrir por qué se casaron en primer lugar.
Construir una vida con otra persona a menudo requiere que cada pareja haga sacrificios y compromisos, y estos son los obstáculos que pueden hacer necesaria una ruptura. Cuando una persona siente que ha renunciado a demasiado tiempo, energía o sueños futuros, a menudo no ve lo que está recibiendo a cambio. Si su pareja está siendo egoísta, tienen derecho a reconsiderar su compromiso. Es en momentos como estos que la distancia física puede ser una herramienta efectiva para tomar una decisión.
No todas las separaciones conducirán al divorcio, y buscar asesoramiento profesional en este momento es una buena idea si la pareja quiere salvar su matrimonio. Podrían beneficiarse de una parte neutral que los ayude a navegar los problemas entre ellos, y podrían ser capaces de encontrar soluciones. Para aquellos que se dan cuenta de que no hay buenas soluciones, terminar su matrimonio podría ser lo mejor.