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Crecí leyendo historias de fantasmas-M. R. James, Edgar Allan Poe-y me encantaba ver los dramas de historias de fantasmas que aparecían en televisión cada Navidad. Siempre me ha gustado tener miedo, sentir esa oleada de adrenalina cuando no hago más que acurrucarme en mi sofá o en mi cama. Es un subidón natural sin consecuencias graves.
Las historias de casas embrujadas traen a casa esa sensación de incertidumbre o terror. Si estás en el interior cuando lees una novela con una casa encantada en el centro, la habitación en la que estás, sus ventanas sin cortinas y rincones oscuros, seguirá ahí cuando dejes el libro, y así la emoción continúa. Y tu propia casa no tiene que ser una mansión gótica con torretas y escaleras secretas para dar miedo. Las casas y apartamentos comunes tienen sus propias peculiaridades que pueden perturbar. ¿Son ruidos de agua gorgoteando en las tuberías o algo más? ¿Se abrió la puerta de la cocina porque está mal colgada o hay algo parado del otro lado? La diversión de leer novelas con casas embrujadas es apagar tu cerebro pensante y ver cómo reaccionas.
En Naranja Amarga, mi tercera novela, juego con los tropos de las casas embrujadas: la gran mansión en ruinas, el pájaro encontrado muerto en una habitación, la cara blanca en la ventana. No es sólo una novela de casas embrujadas; Naranja amarga toca lo fantasmal porque el escenario y los estados mentales de los personajes parecían pedirlo. Aquí hay siete grandes novelas de casas embrujadas que me tienen mirando por encima del hombro:
You Should Have Left de Daniel Kehlmann, traducido por Ross Benjamin
Este libro es para cualquiera que se haya sentado en una habitación iluminada por la noche con una gran ventana de vidrio frente a ellos y preocupado por lo que hay más allá de su reflejo. Excepto que Kehlmann juega hábilmente con ese temor alterando el reflejo para que el terror se convierta en lo que está o de hecho no está en la habitación. El narrador de esta breve novela se hospeda con su esposa e hija en la antítesis de la mansión gótica embrujada: una moderna caja de vidrio alquilada a Airbnb, en los Alpes. Escrito como un diario, el libro incluye el guion que el narrador intenta (finge) escribir, intercalado con notas sobre el estado de su matrimonio. Pero cuando mira hacia atrás lo que ha escrito, ve entradas que no recuerda haber hecho. El libro juega con los viajes en el tiempo, así como con las apariciones, e incluso aporta un poco de geometría.
The Haunting of Hill House de Shirley Jackson
No podría escribir una lista de novelas de casas embrujadas sin incluir este ejemplo perfecto. Jackson establece el horror desde el primer párrafo, diciendo de la casa: «lo que caminaba allí caminaba solo.»Un investigador paranormal reúne a otras tres personas, incluida la solterona Eleanor, para investigar Hill House en Nueva Inglaterra, una propiedad laberíntica de ángulos extraños y rincones oscuros. Está claro al final de la novela que la casa tiene una agencia maligna; no está embrujada tanto como está personificada por el mal, por lo que Eleanor se obsesiona y cambia.
La Casa Abandonada
The Elementals de Michael McDowell
Las familias McCray y Savage acampan en sus dos casas de verano victorianas en Beldame en una franja de tierra a lo largo de la costa del Golfo de Alabama, llevando consigo a la India de trece años que está de visita por primera vez. Pero hay una tercera casa entre las dos, una que ha estado vacía durante años y está siendo consumida lentamente por la arena. Ningún miembro de la familia entrará en él, excepto la animada India. La ubicación, todo calor, luz y arena invasora, es diferente al tropo habitual de las casas embrujadas de oscuridad húmeda, lo que la hace aún más vívida. Los Elementales que habitan la tercera casa son cosas resbaladizas, no fantasmas, sino una especie de malévolos cambiaformas que realmente aterrorizan.
The Little Stranger de Sarah Waters
En 1947 Dr. Faraday es llamado a Hundreds Hall, una casa de campo inglesa en ruinas que visitó por primera vez cuando tenía diez años y su madre era una sirvienta de la familia: «Recuerdo sus encantadores detalles envejecidos: el ladrillo rojo desgastado, el vidrio de las ventanas berberechos, los bordes de piedra arenisca desgastados. Lo hicieron parecer borroso y un poco incierto, como un hielo, pensé, que comenzaba a derretirse al sol.»A partir de esa descripción inteligente, Waters insinúa que esta historia será ambigua y sutil. Faraday se entrelaza con la familia Ayres a medida que ocurren eventos extraños en la casa. Esta es una novela histórica con maravillosos detalles de época, y al final se podría decir que no es la casa la que está embrujada, sino la gente en ella.
el Blanco es para Witching por Helen Oyeyemi
no Hay brujas en Blanco es para Brujas, pero hay una casa en Dover, Inglaterra, que podría decirse que vivo. La historia, que es leve, es contada por cuatro voces, una de las cuales es la propia casa. La narradora principal es Miranda Silver, que tiene pica, un trastorno alimenticio que la obliga a comer cosas que no son alimentos, incluyendo tiza y plástico. Cuatro generaciones de mujeres de Plata muertas existen dentro de las paredes de la casa y parece que el edificio tampoco tiene intención de dejar ir a Miranda. El estilo de escritura es de cuento de hadas, y la estructura es inusual, con los puntos de vista a menudo intercambiándose inesperadamente. Hay una sensación de magia oscura inquietante y confusa, y es el tipo de libro en el que tienes que sumergirte y no luchar para descubrir su disfrute completo.
Brujas literarias
The Stopped Heart de Julie Myerson
Mary y Graham Coles se mudan a una cabaña rural en Suffolk, Inglaterra, una que es «oscura e inestable, convertida en sí misma.»Han sufrido una terrible tragedia y están tratando de hacer una nueva vida para sí mismos en el campo, pero Mary ve fugaces destellos de niños en la casa y escucha sus voces afuera, además de ver a un hombre pelirrojo. A medida que se desarrolla esta narrativa, nos convertimos en una que tiene lugar cien años antes. Aquí, un extraño pelirrojo es atrapado bajo un árbol que cae y acogido por la familia que vive en la misma cabaña que los Coles ahora. Escuchamos a un personaje que es «perseguido «por un fantasma del futuro:» Merricoles.»Las dos líneas de tiempo están intrincadamente tejidas, y toda la historia lleva un maravilloso trasfondo de amenaza.
Ofrendas quemadas de Robert Marasco
Esta novela de casas embrujadas reúne muchas cajas para tropos familiares (y tranquilizadores) : una casa de campo aislada y laberíntica, extraños habitantes actuales y una familia feliz que se queda «atascada» allí. Marian y Ben, junto con su hijo David y su tía Elizabeth, alquilan una mansión de Long Island a los hermanos Allardyce un verano. Pero es tan barato, ¿es demasiado bueno para ser verdad? Marian se obsesiona con la casa y su contenido, así como con una sala de estar en el piso de arriba, más allá de la cual vive la vieja Sra. Allardyce. Marian debe proporcionarle comida tres veces al día, y sin embargo nunca la ve. Tienes que seguir el diálogo de la década de 1970 y el sexismo ocasional, pero si estás buscando una casa que enloquezca a la gente, este es un clásico.
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