Investigadores griegos han desarrollado una herramienta para que los médicos califiquen mejor el riesgo de linfoma no Hodgkin en pacientes diagnosticados con síndrome de Sjogren. La identificación temprana de los pacientes de alto riesgo podría permitir el tratamiento a los primeros signos de cáncer y mejorar la probabilidad de éxito.
Científicos de la Universidad Nacional y Kapodistriana de Atenas en Grecia exploraron las características de 381 pacientes de Sjogren y 92 pacientes de Sjogren que habían desarrollado linfoma no Hodgkin.
El estudio, «Predicción del riesgo de desarrollo de linfoma en el síndrome de Sjogren: Una herramienta fácil para uso clínico», publicado en la revista Medicine, incluyó pacientes sin otras afecciones autoinmunes.
El síndrome de Sjogren es una enfermedad autoinmune que ataca las glándulas lagrimales y salivales, lo que provoca sequedad de ojos y boca. La enfermedad también puede destruir glándulas en otras partes del cuerpo. Una complicación más grave es la probabilidad de desarrollar linfoma, que afecta a cerca de 5% de los pacientes, pero aumenta el riesgo de los pacientes de Sjogren de 7 a 19 veces más que el riesgo para el resto de la población general.
Comparando los síntomas en el momento del diagnóstico del síndrome de Sjogren entre los dos grupos, los investigadores encontraron que el agrandamiento de las glándulas salivales, los ganglios linfáticos anormales, el fenómeno de Raynaud y la presencia de ciertos autoanticuerpos y otras proteínas en la sangre fueron más frecuentes en pacientes que desarrollaron linfoma más tarde.
Al construir un sistema de puntuación basado en el número de factores de riesgo que portaban los pacientes individuales, el equipo calculó un porcentaje de riesgo de linfoma.
Los pacientes con uno o dos factores de riesgo tuvieron una probabilidad de 3,8% de linfoma. El riesgo saltó al 39,9% cuando se calcularon de tres a seis factores de riesgo en la ecuación. Para los pacientes con los siete factores identificados, el linfoma era inevitable.
Los científicos no están seguros de por qué los pacientes con síndrome de Sjogren aislado desarrollan linfoma con más frecuencia, especialmente desconcertante es por qué los pacientes con otras afecciones reumáticas, como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico, que a menudo co-ocurren con el síndrome de Sjogren, no tienen un alto riesgo de padecer el linfoma.
Una investigación más detallada de los hallazgos del estudio podría dar más información sobre los mecanismos que ponen en riesgo a los pacientes de Sjogren, y apoyar estudios anteriores que muestran cómo los mecanismos inmunitarios anormales y la presencia de ciertos virus podrían contribuir a los procesos que conducen al linfoma en los pacientes de Sjogren.