El agua es nuestra fuerza vital. Todos sabemos que debemos beber agua regularmente para mantener nuestra salud general. Y si bien el consumo de agua está en aumento, es solo la segunda bebida más popular – los refrescos aún reinan.
El agua y el sistema respiratorio
La investigación ha demostrado que la deshidratación afecta enormemente a todos los sistemas del cuerpo, incluido el sistema respiratorio. Beber agua ayuda a diluir el moco que recubre las vías respiratorias y los pulmones. La deshidratación puede hacer que el moco se espese y se vuelva pegajoso, lo que ralentiza la respiración en general y lo hace más susceptible a enfermedades, alergias y otros problemas respiratorios.
La deshidratación hace que sea difícil eliminar el moco
Cuando no bebe suficiente agua, se acumula un exceso de moco y produce una gran cantidad de efectos secundarios en su cuerpo. El moco que se forma en la parte posterior de la garganta (aunque puede estar en la nariz) desencadena la tos, que es la forma en que el cuerpo intenta expulsarlo. La acumulación de moco no es peligrosa, pero es irritante. Puede hacer que sientas náuseas o dificultar la respiración. La sobreproducción de moco en los pulmones ocurre cuando los pulmones se inflaman. El moco que se crea puede volverse espeso y pegajoso, lo que rápidamente produce enfermedades en el cuerpo y causa estragos en el sistema respiratorio.
La deshidratación puede provocar bronquitis crónica
La bronquitis es causada por la inflamación de la membrana mucosa que recubre los pulmones, que congestiona las vías respiratorias y provoca tos. La bronquitis implica la pérdida de grandes cantidades de agua del cuerpo. Aquellos que sufren de bronquitis crónica, la mayoría de las veces también lidian con la deshidratación. Una dieta para la bronquitis debe incluir muchos líquidos y alimentos hidratantes. Estos líquidos también ayudan al cuerpo a eliminar toxinas.
La deshidratación crónica puede causar problemas respiratorios
La deshidratación hace que algunos de los glóbulos blancos conviertan el aminoácido histadina en histamina, lo que desencadena reacciones alérgicas. Una vez rehidratadas, estas células disminuyen su producción de histamina y los síntomas respiratorios se disipan. Se utiliza agua en las fosas nasales, los bronquios y los pulmones y para mantenerlos húmedos. Pero cuando exhalas, la humedad de estos tejidos es expulsada y cada inhalación trae aire seco. En condiciones hidratadas, el agua se reemplaza rápidamente.
La deshidratación puede exacerbar el asma
El asma es una afección respiratoria marcada por espasmos en los bronquios de los pulmones que causa dificultad para respirar. Por lo general, es el resultado de una reacción alérgica u otras formas de hipersensibilidad. Cuando se presenta asma, las vías respiratorias de una persona se inflaman, se estrechan y se hinchan, y producen mucosidad adicional, lo que dificulta la respiración. La hidratación adecuada mantiene el moco delgado, lo que reduce su capacidad de estrechar aún más las vías respiratorias.
La deshidratación puede desencadenar alergias
Las alergias son causadas por una reacción a la histamina en el cuerpo. Si usted es alérgico al polen, su cuerpo ve el polen como un peligro y reacciona de forma exagerada, haciendo que su sistema inmunitario produzca histaminas para combatir los irritantes.
Las histaminas también tienen otras funciones, incluida la regulación del suministro de agua del cuerpo. Un estudio holandés de 1995 confirmó que la deshidratación desencadena la producción de histamina como mecanismo defensivo para preservar el agua que queda en el cuerpo, así como para prevenir pérdidas futuras. Cuando estamos deshidratados, la producción de histamina aumenta y puede causar que tengamos los síntomas de alergias estacionales, como secreción nasal, estornudos y picazón en los ojos. Esta producción acelerada de histamina para compensar la falta de agua del cuerpo se evita fácilmente simplemente bebiendo más.
Cómo tener una hidratación adecuada
Mantenerse adecuadamente hidratado es uno de los componentes clave para mantener un sistema respiratorio saludable. Estos tres hábitos saludables pueden aumentar la hidratación:
- Beba un vaso de agua antes de cada comida. Esta es una forma rápida y fácil de aumentar la ingesta de agua. Cuando te sientes a comer, toma un vaso de agua (esto también te ayudará a consumir menos calorías).
- Coma alimentos con alto contenido de agua. Las frutas y verduras son una excelente manera de aumentar la ingesta de agua. Esto también incluye comer cosas como sopas y beber leche.
- Lleve el agua con usted. La investigación muestra que cuando el agua está cerca, el consumo aumenta. Mantenga una botella de agua en su bolso, su automóvil y en su escritorio.
No hay una recomendación formal para una cantidad diaria de agua que las personas necesitan. Esa cantidad obviamente difiere por lo que come la gente, dónde vive. Su cuerpo le dirá cuándo está deshidratado, escuchará y tomará medidas correctivas. Un cuerpo bien hidratado con agua funciona de manera más eficiente.